viernes, 21 de diciembre de 2012

Que es culpable la rutina que este amor se apague en cada esquina..

Cuando menos lo esperabas apareciste tú, cuando no tenía ganas de disfrutar, cuando sentía que me faltaba algo, cuando por nada del mundo creía que pasarías por mi vida.. Miles de sentimientos y tan poco tiempo. Me hiciste sentir como una niña pequeña, hace tiempo que las princesas se extinguieron, yo soy más de disfrutar desde poco y que lo grande no me venga de más. Batallas de te quieros, despedidas eternas, miradas en momentos claves. El tiempo hizo darme cuenta de lo que te quería, de lo mucho que te necesitaba, y de lo importante que era para mi que el motivo de tu sonrisa fuera yo. Tenías una forma barata de hacerme rabiar cuando sabías que no me gustaba, pero que luego te rieras y me dieras un beso hacía de alguna manera que tampoco me disgustara esos momentos.
Momentos irremplazables para mí y yo tan reemplazable para ti. Quizás fue la rutina lo que no ayudo a que esto se convirtiera en algo más, mientras que para mí servía para darme cuenta de lo que me hacías falta, tú te conformabas con decir adiós. 
No quería que todo terminara, pero no me quedo otra que adaptarme otra vez a mi vida sin ti. Después de todo esto, odio no tenerte como antes, no pretendo tampoco que seas igual, pero echo de menos hablar contigo, alguna de tus tonterías o que te piques de vez en cuando conmigo. Sé demasiado bien que no está siendo fácil para mi. Cuando me dijiste que no querías perderme como amiga después de todo, te dije que no me ibas a perder, no te podía decir lo contrario, era lo único en el mundo que no querría que pasara.. Pero me detuve por un momento a pensar y dándole vueltas más al corazón que a mi cabeza, me dí cuenta de que nunca te quise como un amigo y no pretendas ahora que lo haga cuando sigues siendo el porqué de mis sonrisas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario